Manchando las cotufas de tinta |
Poner un caldero viejuno al fuego y empezar a oírlas rebotar: tap, tap tatatatatpat, ta tap.... y olerlas, porque huelen a cumpleaños y a fiesta.
Estallan todas a golpe de calor aunque alguna se resiste y permanece pequeñita. La sal en la punta de la lengua y la curva suave en la punta de la pluma. Son como pequeñas naves espaciales, o como las estrellas de mundos lejanos.
Mejor sin cine y mejor llenas de tinta, al menos para mí.
¿Y tú? ¿Por qué no haces un cuenco de cotufas y las comes charlando junto a alguien interesante?
Y si eres muy, muy de atreverse....¡¡¡abre el caldero a la mitad!!! (La cara de los niños es maravillosa cuando lo ven). "Cotufas en el aire" o "Cotufas en el Museo" como pasó este verano...;-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario