domingo, 27 de diciembre de 2009

Ella la lleva dentro

La música, estaba dentro de su cabeza y afectaba cada movimiento de su cuerpo. Cuando caminaba rambla abajo, el contoneo de sus caderas y el vaivén de sus muñecas revelaban que allí dentro ella estaba siguiendo un compás secreto, apenas desvelado por un leve movimiento de sus labios. El hecho de oír la música de esa manera la salvó muchas veces de perderse en la vida diaria, hacía de ella un ser excepcional y alegre, aún en las desdichas y desencuentros que le tocaron. En verdad, hay melodías que te hacen libres y ella era todo eso: melodía, pasión y libertad. Hoy, piensa en la música que te sonríe y baila con ella secretamente.

domingo, 20 de diciembre de 2009

Insisto: Feliz Navidad

Feliz Navidad, de las mil maneras que cada uno pueda sentirla o vivirla, pero Navidad al fin y al cabo.

Mujeres de tacón firme

Tuve la ocasión de bailar entre y con fabulosas mujeres, damas a las que la vida les pone la zancadilla a pesar de su aparente felicidad, señoras que escapan una noche a la cotidianeidad y las obligaciones unidas por el tres por cuatro. Benditos tacones que ponen ritmo a las tardes y al alma. Benditos los volantes de sus faldas, los vaqueros que asoman por debajo, las arrugas que bailan sin pudor, la alegría de magdalenas de chocolate y risas entre las prisas. Agradezco el pertenecer, una vez más, a ese conjunto de mujeres a las que admiro y que sonríen a pesar de..., que me enseñan y también inspiran el proyecto Lunares. A las puertas de la Navidad, hoy dedico mis intenciones a esas fabulosas matriarcas que son eje de sus familias, que cocinan, que reciben, que se entregan y que anoche, brillaban en el protagonismo de sentirse únicas y libres mientras bailaban y cantaban con todas y cada una de sus cuerdas vocales. Arriba cada tacón y caracol de sus manos.

jueves, 3 de diciembre de 2009

El camino de las Mandarinas

Las Mandarinas siguen su camino rumbo a los charcos y a las mesas vestidas de azul. Juegan con castañas y hojas secas que bailaron con el viento, empapando paladares atrevidos. ¡Ay! de las Mandarinas de otoño que se cruzan en el camino. ¿Y tú? ¿Eres de Mandarinas o de castañas?