viernes, 16 de octubre de 2009

Más camino de la mano del Rutómetro

Amanece en Santa Cruz, en esta cafetería madrugadora invierto algun euro en la posibilidad de escribir y mostrarme al mundo. La música es buena, azul noche-azul madrugada-naranja-luz y alguna estrella aun colgada, quiero pensar que para mí... Jamás pensé que al mismo tiempo que me elegía la palabra "Rutómetro" me iba a cambiar tanto la vida. Sea casualidad o no, hay mucho de cierto en el cambio de dirección y benditos sean los mapas que me acompañan. Ayer alguien me hablaba del agua y de alguna manera me quedé con la idea de llegar a todas partes de a poco, de colarme mansamente hasta donde no parece haber espacio. Patios y fuentes llenos de lunares y guitarras, aguas que enlazan islas a modo de puentes magníficos y caprichosos, dejar a un lado las aguas revueltas y concederle a mi velero la posibilidad de una travesía cuanto menos emocionante y cargada de risas ¿No estás de acuerdo? En verdad la intención es buena, dejo aquí el compromiso, parece que al escribir las cosas a la manera pública se hacen más posibles. Buen día y feliz amanecer.

3 comentarios:

Beatriz dijo...

wow princesa..aguas tormentosas..búsqueda de calma??
esta vida que nos regala el crecimiento si queremos elegirlo.
un abrazo fuerte y cuéntame esa palabra regalo..a mi mail, a mi blog, donde usted guste!espero con ganas.

javier lópez dijo...

El chispi chispi que parece que no moja pero empapa.

El agua aprovecha la pendiente. Si se encharca, se filtra por los suelos. Si se acalora, cambia de estado y se evapora para, llegado el momento, volver a mojarlo todo desde lo alto...

Ana Martín dijo...

Bee, he elegido crecer ¿Acaso podría ser de otra manera? La palabra te la envío a tu mail...
Bess